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Introducción a las técnicas fundamentales de criptografía informática

Explora los principios fundamentales de la criptografía informática, indispensables para desarrolladores de Web3, especialistas en ciberseguridad y inversores en criptomonedas. En este artículo se abordan los métodos históricos de cifrado, los conceptos clave de la criptografía y sus aplicaciones prácticas en blockchain y seguridad digital. Descubre cómo funcionan la criptografía simétrica y asimétrica, y cómo contribuyen a proteger las comunicaciones digitales, incluidas las transacciones de criptomonedas en plataformas como Gate. Profundiza en el funcionamiento de los protocolos criptográficos en sistemas descentralizados a través de explicaciones detalladas y ejemplos aplicados.

¿Qué es la criptografía?

La criptografía constituye uno de los pilares esenciales de la seguridad digital actual y es el mecanismo principal para impedir el acceso no autorizado a información confidencial en nuestra sociedad hiperconectada. Dado que la ciberdelincuencia afecta a millones de personas en todo el mundo, comprender la criptografía aplicada a los sistemas informáticos es indispensable para desenvolverse con seguridad en el entorno digital.

¿Qué es la criptografía?

La criptografía es la ciencia y la técnica de proteger la comunicación entre partes mediante la transformación de información legible en un formato ininteligible. Su nombre procede del griego y significa "escritura oculta", lo que describe perfectamente su objetivo principal. En esencia, la criptografía en los sistemas informáticos permite que dos partes intercambien información privada, impidiendo que terceros no autorizados puedan comprenderla o interceptarla.

El proceso criptográfico se basa en dos elementos clave: el texto plano y el texto cifrado. El texto plano es el mensaje original, legible en un idioma natural como el inglés. El texto cifrado, por el contrario, es la versión encriptada del texto plano y toma la forma de datos aparentemente aleatorios e incomprensibles. Por ejemplo, un mensaje sencillo como "I love you" podría convertirse en una secuencia numérica "0912152205251521", donde cada letra se corresponde con su posición en el alfabeto (A=01, B=02, etc.).

La conversión de texto plano a texto cifrado se denomina cifrado; el proceso inverso—revertir el texto cifrado a texto plano legible—se llama descifrado. Este proceso bidireccional garantiza que solo quienes dispongan de la clave de descifrado adecuada puedan acceder al mensaje original.

Breve historia del cifrado

Si bien la criptografía moderna en sistemas informáticos está asociada a algoritmos avanzados y arquitecturas digitales complejas, sus raíces se remontan a miles de años atrás. Las civilizaciones antiguas ya empleaban métodos para proteger sus comunicaciones; de hecho, en algunas tumbas egipcias se han hallado jeroglíficos inusuales que podrían ser ejemplos tempranos de mensajes cifrados.

Uno de los avances más influyentes fue el cifrado César, desarrollado por Julio César para garantizar la confidencialidad de las comunicaciones militares. Este método de sustitución desplazaba cada letra del alfabeto tres posiciones (A se convierte en D, B en E, etc.), y aunque era sencillo, resultó muy eficaz en su época. El cifrado por sustitución se convirtió en la base de muchos sistemas de cifrado posteriores.

A lo largo de la historia, la criptografía ha sido decisiva en intrigas políticas y conflictos militares. En el siglo XVI, María Estuardo y Anthony Babington utilizaron un código sofisticado con 23 símbolos para letras, 25 para palabras completas y otros símbolos sin significado como señuelo. Sin embargo, el equipo de Sir Francis Walsingham logró interceptar y descifrar estos mensajes, lo que permitió descubrir un complot contra la reina Isabel I y llevó a la ejecución de María en 1587.

En el siglo XX, la criptografía entró en la era mecánica con la máquina Enigma, utilizada por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Este avanzado dispositivo empleaba varios rotores para codificar letras y cambiaba la configuración del cifrado diariamente, aumentando así la seguridad de las comunicaciones militares. Alan Turing, matemático británico, logró descifrar el código Enigma con su máquina "Bombe", contribuyendo de forma decisiva a la victoria aliada.

Tras la Segunda Guerra Mundial, la criptografía dio el salto de los códigos físicos al cifrado digital. IBM, en colaboración con la NSA, presentó el Data Encryption Standard (DES) en 1977, que fue el estándar principal de cifrado en sistemas informáticos durante casi veinte años. El incremento de la potencia de cálculo hizo vulnerable al DES frente a ataques de fuerza bruta, lo que llevó al desarrollo del Advanced Encryption Standard (AES), el estándar actual en aplicaciones informáticas.

¿Qué es una clave en criptografía?

El concepto de "clave" es fundamental en cualquier sistema criptográfico y constituye la herramienta que permite cifrar y descifrar información. Históricamente, una clave era el patrón o método específico de sustitución usado para codificar mensajes. Por ejemplo, cuando Walsingham descifró el sistema de símbolos en las cartas de Babington, obtuvo la "clave" para interpretar su contenido.

En los sistemas digitales contemporáneos, las claves criptográficas son secuencias alfanuméricas complejas que trabajan junto a los algoritmos de cifrado. Estas claves sirven para transformar el texto plano en texto cifrado y viceversa, asegurando que solo quienes posean la clave correcta puedan acceder a la información original. La seguridad de los sistemas criptográficos actuales depende en gran medida de la longitud y la complejidad de las claves, ya que cuanto más largas y complejas sean, mayor es la protección frente a intentos de descifrado no autorizados.

Dos principales tipos de criptografía

Los sistemas criptográficos modernos emplean claves en dos enfoques distintos, cada uno con ventajas y aplicaciones relevantes para la seguridad en entornos informáticos.

La criptografía de clave simétrica es el método tradicional: una única clave sirve tanto para cifrar como para descifrar. En este sistema, el remitente y el receptor deben compartir la misma clave para proteger y acceder a la información cifrada. El Advanced Encryption Standard (AES) es ejemplo de cifrado simétrico, ya que divide la información en bloques de 128 bits y utiliza claves de 128, 192 o 256 bits para cifrar y descifrar los datos. Aunque este tipo de cifrado es eficiente y rápido, requiere distribuir la clave de forma segura entre las partes, lo que puede ser complejo a nivel logístico.

La criptografía de clave asimétrica, o criptografía de clave pública, surgió en los años setenta y revolucionó la comunicación segura con el uso de dos claves. Este método utiliza una clave pública, que se puede compartir libremente para recibir mensajes cifrados, y una clave privada (secreta), que debe mantenerse confidencial y se emplea para descifrar y firmar digitalmente. La clave pública funciona como una dirección postal para recibir mensajes seguros; la clave privada, como un código exclusivo que solo conoce el destinatario.

Las criptomonedas aplican la criptografía asimétrica en redes informáticas. Bitcoin, por ejemplo, utiliza criptografía de curva elíptica para asegurar las transacciones en su blockchain. Los usuarios gestionan wallets de autocustodia y controlan tanto las claves públicas como privadas, lo que les permite administrar sus activos digitales sin intermediarios. Comparten sus claves públicas para recibir criptomonedas y mantienen en secreto las privadas, asegurando el control exclusivo de sus fondos.

Casos de uso de la criptografía

La criptografía en sistemas informáticos es indispensable para proteger datos sensibles en multitud de aplicaciones digitales. Cada vez que los usuarios introducen datos de tarjetas bancarias en comercios electrónicos, acceden al correo electrónico o utilizan servicios bancarios online, los protocolos criptográficos trabajan para proteger su información personal frente a ataques maliciosos. La tecnología está tan integrada en la vida digital que la mayoría de los usuarios se benefician de ella sin notarlo.

La revolución de las criptomonedas es una de las aplicaciones más disruptivas de la criptografía en la informática. Bitcoin demostró que el cifrado asimétrico permite construir sistemas de pago entre pares seguros, sin intermediarios financieros tradicionales. La combinación de claves públicas y privadas en las wallets otorga a los usuarios un control total sobre sus activos digitales, eliminando la dependencia de bancos o gobiernos para las transacciones.

Ethereum llevó la criptografía más allá al introducir los smart contracts—programas autoejecutables que actúan automáticamente ante condiciones predefinidas. Estos contratos inteligentes combinan la seguridad de la criptografía asimétrica con la arquitectura blockchain, permitiendo aplicaciones que funcionan sin control centralizado. A diferencia de las aplicaciones tradicionales gestionadas por empresas, estos sistemas operan sin recopilar grandes volúmenes de datos personales de los usuarios.

En los ecosistemas de criptomonedas, los usuarios interactúan con las aplicaciones conectando sus wallets, en vez de crear cuentas con contraseñas y correos electrónicos. La autenticación se realiza mediante firmas criptográficas generadas por sus claves privadas, lo que les permite acceder a servicios financieros o juegos blockchain. Este modelo minimiza la cantidad de información personal compartida en línea y puede transformar los estándares de privacidad y seguridad digital.

Conclusión

La criptografía aplicada a los sistemas informáticos es la base de la seguridad digital, evolucionando desde los antiguos cifrados por sustitución hasta los algoritmos avanzados que protegen miles de millones de transacciones online cada día. Sus principios fundamentales—convertir texto plano en texto cifrado mediante cifrado y permitir el descifrado autorizado con claves—se mantienen incluso con la evolución tecnológica. El desarrollo de métodos simétricos y asimétricos ha permitido soluciones flexibles para necesidades diversas, desde la protección del comercio electrónico hasta el funcionamiento de redes de criptomonedas. Ante la evolución constante de las amenazas cibernéticas, la criptografía seguirá siendo crucial para salvaguardar la información sensible y mantener la confianza en las comunicaciones digitales. La innovación en aplicaciones criptográficas—especialmente en blockchain y sistemas digitales—hace prever que esta antigua "escritura oculta" seguirá dando forma al futuro de la privacidad, la seguridad y la interacción digital durante generaciones.

FAQ

¿Cuáles son los cuatro tipos de criptografía?

Los cuatro tipos de criptografía son: clave simétrica, clave asimétrica, funciones hash y firmas digitales.

¿Qué es la criptología? Dame un ejemplo.

La criptología estudia la comunicación segura. Un ejemplo es el cifrado César, que consiste en desplazar las letras por un número fijo para codificar mensajes.

¿Cuáles son algunos ejemplos de criptografía?

Ejemplos: cifrado César (desplazamiento de letras), RSA (sistema de clave pública), AES (cifrado simétrico) y firmas digitales (garantía de integridad de datos).

* La información no pretende ser ni constituye un consejo financiero ni ninguna otra recomendación de ningún tipo ofrecida o respaldada por Gate.