La World Wide Web ha evolucionado de forma notable desde sus orígenes. En este artículo se repasa el camino de Web1 a Web3, poniendo en relieve las diferencias clave y lo que suponen para los usuarios.
La web ha pasado por tres grandes fases: Web1, Web2 y Web3.
Web1: La primera etapa de la web, marcada por páginas estáticas y de solo lectura. Se usaba sobre todo para buscar información y no ofrecía funciones interactivas.
Web2: La web predominante hoy en día, con contenidos generados por los propios usuarios, redes sociales y plataformas interactivas. No obstante, está bajo el control de grandes empresas tecnológicas.
Web3: Un concepto que está surgiendo y que busca descentralizar la web, dando a los usuarios más control sobre sus datos y sus identidades digitales.
La diferencia principal está en su estructura y en quién ejerce el control:
El objetivo de Web3 es cambiar el modelo de la web de “leer-escribir” a “leer-escribir-ser propietario”.
Ventajas de Web2:
Desventajas de Web2:
Ventajas de Web3:
Desventajas de Web3:
Para acceder a Web3:
Puedes recurrir a sitios web especializados en rastrear aplicaciones descentralizadas para descubrir las dApps más populares de Web3.
Web3 supone una transformación profunda en nuestra relación con internet: promete más control, privacidad y propiedad para el usuario. Aunque ofrece ventajas claras frente a Web2, también plantea retos en usabilidad y escalabilidad. Con la evolución de la tecnología Web3, el potencial para rediseñar el entorno digital y empoderar al usuario es enorme, generando además nuevas oportunidades para la innovación descentralizada.
Web2 es contenido centralizado, generado por usuarios. Web3 es descentralizado, basado en blockchain, y permite al usuario ser propietario y mantener la privacidad.